Toluca, Estado de México.20/06/2023 Para Fortunata visitar a su esposo Celestino - que asegura está injustamente preso-, ha mermado su economía por lo que vende bolsos tejidos que él hace tras las rejas. Desde el penal de Tenango del Valle, Celestino hace seis bolsos a la semana con plástico, los teje y se los da a su esposa para que los venda, pues con eso mantienen a su hijo.
Cristina Flores Jacinto, madre de Gilberto Flores, vende carpetas y manteles pues tras 20 días de plantón frente a Palacio de Gobierno del Estado de México, ha tenido que dejar de trabajar y “los gastos no perdonan”. Explicó que cuando llega al penal a ver su hijo, paga una cantidad variable por pasar comida; de 5 a 200 pesos, cuota que, denunció, depende del custodio que le toque.
Ramsés Mercado/Agencia24mm