El fin de semana, las lluvias causaron el reblandecimiento del muro, por lo que parte de éste se resquebrajó y prendió de nuevo las alertas.
La Vecindad del Hoyo, ha estado en total abandono desde hace -al menos- 18 años, por lo que las condiciones de la fachada, que data del siglo XIX y es lo único que sobrevive, se han ido deteriorando y cayendo a pedazos, a grado tal que en septiembre del año pasado, cobraron la vida de un joven que desayunaba en un puesto de tamales que estaba frente al acceso principal al inmueble.