Toluca, Estado de México. 29/03/2024.-Desde hace 52 años, una de las representaciones del Viacrucis más importante del Valle de Toluca, ha significado la reivindicación de la fe católica. En San Pablo Autopan, la Pasión de Cristo se vivió entre verbena y estoicismo.
En la región otomí, la fe es el sustento del día a día, por lo que la Pasión de Cristo representa un orgullo que se ha transmitido por tres generaciones. Para dar vida a las últimas horas de Jesucristo, se reunieron 150 personas entre actores y coordinadores, quienes aportan sus vestuarios y tiempos.
Durante la representación, miles de personas los acompañan desde las canchas de Victoria hacia el Cerro del Perico, donde la escena de la crucifixión se realiza y marca el punto máximo de Semana Santa.
Ramsés Mercado/Agencia 24mm
