Toluca, Estado de México.17/12/2024 Cada invierno, el Bordo de San Jerónimo, conocido como la Laguna de Palmillas, al norte de Toluca, se convierte en el hogar temporal de bandadas de pelícanos americanos, que con sus alas de hasta 2.5 metros de envergadura, pintan el amanecer con un espectáculo natural único.
A pesar de la belleza de su llegada, el cuerpo de agua enfrenta problemas de contaminación y basura, lo que preocupa a los vecinos sobre el impacto en la salud de estas aves migratorias.
Mientras los pelícanos descansan y buscan alimento en las aguas del bordo, habitantes y activistas hacen un llamado urgente para conservar el hábitat. Señalan que las descargas de aguas negras y el abandono del lugar amenazan no solo a estas especies, sino a la biodiversidad local.
Ramsés Mercado/Agencia24mm
